lunes, 7 de febrero de 2011

extinguida



ilustración de Ana B.Cepeda

Extinguida de tus ojos forcejeo
como un pequeño salmón kamikaze
a la hora de la muerte.
Ni la verdad sin nombre podría dar
cabida a este millón de nueces huérfanas,
lo sabes.

Pisoteo mi sombra con ira, como si el
tiempo estuviera congelado y puesto
a la venta en cualquier supermercado
de barrio.


Extinguida de ese aliento que un día
daba calor, abro a la par corazón y
nudillos que todo quede limpio.

Extinguida.

Inevitablemente extinguida.

2 comentarios:

  1. Extinguida de ese aliento que un día

    daba calor..

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  2. Precioso Raquel, seguirè leyendo tus palabras mágicas

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