sábado, 5 de enero de 2013

en proceso

el humo amarillea
dientes y córneas

todo es un camino
embarrado del que
hay que saber limpiarse
las botas a lengüetadas

la nada es una cuchilla
oxidada acechando
tus ojos inmóviles
y puros

me detengo en la noche
oigo al alacrán que vive
justo al lado pudriéndose
en la soledad diaria

sus gritos atraviesan
tabiques y venas
llenando la eternidad
de repugnancia

el sueño vomita
sobre el suelo
recién fregado

corrompe mis manos
retuerce mi estómago
me mata