martes, 1 de junio de 2010

desde lo más alto

Vuelta a lamer la cicatriz como
si fuera un terrón de azúcar refinado.
Una sombra duerme conmigo. Acurrucada
gime entre mi esternón y mi hígado,
insomne.

La pesadez en la nuca y esta maldita
costumbre de soportar el propio mundo
sobre mis piernas.

No sé si te lo he dicho alguna vez,
pero eres bocanada viva y fresca de luz
cenital. Siempre alumbrando(me) desde lo más alto.

31/05/2010

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