Una libélula muda juega a las canicas con
el mundo.
Sácame punta, clávame en ti, dentro de ti y
fuera de ti.
Cavidades, a veces la vida huele a cavidades
silenciosas, a párpados sin voz, sin luz. A
ecos llenos de tus carencias.
Me rendí ante la evidencia del amor sin más
recursos que los de mi propia piel.
La libélula ciega azotó arena sobre mi ombligo
dejando todo el orden en desorden.
Caos. Fundido en negro. The End.
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