martes, 21 de diciembre de 2010

Feliz navidad, feliz '11!


Fin de un año no bisiesto.

Fin de un año raro, loco,

inconstante, duro en muchos

aspectos. Casi catártico.

Álvaro, mi precioso sobrino de

leche, llegó y WikiLeaks puso sobre

la mesa la piel de cordero de

muchos/as payasos/as.

Me emancipé, compré un coche

que me abrieron dos veces para

robarle recuerdos.

Me pusieron en la cuerda floja

y la atravesé con los ojos cerrados

a pesar de tener fosilizadas las pestañas.

Visité hospitales que nunca quise

visitar y encontré paz para mi

caja torácica. Ahora sí.

Cerca de donde vivo hay un ángel,

uno de piedra que parece flotar

sobre la nada. El del antiguo

Hospital de Sant Pau.

Flotemos, sobre la nada que

acabará siéndolo todo. Siendo piedra,

o lo que queramos ser, con alas o sin alas.

Miremos arriba, abajo y nunca nos olvidemos

de nuestro alrededor.

Flotemos!

Feliz navidad, feliz ’11.



1 comentario:

  1. Y es que flotamos cuándo escribimos poesía, al digitar las teclas, al recurrir a la mente para hacer el poema, al imaginar ya estamos levitándo...Gracias por tu poema, Raquel...

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