Lagarto de acero que te lleva y te trae.
Si me miras, sólo verás ojeras despiertas
y trazos de bolígrafo olvidados en los pulgares.
La maquinaria estatal me exprime, te lapida,
nos oprime.
Lo sé, el cosmos invisible me volverá a poner
la zancadilla mañana cuando suene el despertador.
Volveremos a ser sardinas en lata en medio de una
jungla de sudores matutinos.
Dame la mano, aún puede temblarme más.
27/05/2010
Ese lagarto de acero, siempre termina vomitando lo que se traga...
ResponderEliminar:) por suerte
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