ilustrado por Ana B.Cepeda
la piel de la naranja
emana efluvios que
un día te pertenecieron
no tengo ni pies ni
cabeza
ni redención
he mutado los dedos
por alambres de espino
para herirte
cambio al pestañeo de
un erizo
muero y renazco transformada
en junco voraz
sin río al que enroscarse
no grites!
si cierro los ojos
el vuelo de un tsunami
profundo me acabará de
hacer como soy
tal como era
escrito para Léptica y su obsesión por la metamorfósis
;) me gusta
ResponderEliminargracias :D
ResponderEliminarPrecioso, como siempre. Muy interesante la ilustración.
ResponderEliminar¿Observo por tus paraísos un pequeño cambio de aires? :P
gracias
ResponderEliminarsí un pequeño cambio, J! besote