la casa vacía es un monstruo
de barro que se hunde sigilosamente.
miro, sólo encuentro el hueco que ha dejado
tu cuerpo en el sofá.
la noche es una oruga gorda rebosante
de pus verde que viene a visitarme
para que no duerma.
todo ha cambiado, el torbellino ahora es mueca
deforme entre mis manos y el agua de mis
ingles huele a tiempo estancado.
a horas pidiendo la extremaunción
para nacer en una nueva vida inventada.
intestinos amargos
serpientes agonizando en mis rodillas
surcos de piel convertidos en refugio
contra el miedo.
lamo y venero el suelo que tantas veces te ha visto caer
ahora
por siempre
amén
Raquel, te leo y me despiertas los sentidos.
ResponderEliminarOjalá te pueda seguir leyendo mucho tiempo.
Gracias :)
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