anillada a tu espalda
esculpo sombras sobre tus
omóplatos
duermo
bajo el árbol de la vida
sosteniéndote a ras del
vértigo
como pinza de tender
la pelota naranja ha
vuelto a salir por
el este
y
el camión de la basura
deja mi mierda sobre un
asfalto de vidas cruzadas
vivo
casi sin prisas
asesinando obstáculos
pariendo versos
que tú no lees
y nunca leerás
te miro
no me veo
y me río
de tu desgracia
Seguro, coincidiremos por aquí, de vez en cuando.
ResponderEliminargracias.